Nos encontramos situados en el ojo del huracán, la tecnología nos rodea constantemente y nos envuelve cada día con su gran cantidad de aplicaciones. No trata de reemplazar lo existente, pero al mejorarlo le abre la puerta al gran cambio. Se da paso a la transformación, no es regla general que por ello, las prácticas sociales anteriores desaparezcan. Depende de la lupa con la que se mire, ya que avanzar es bueno siempre y cuando no deje en el olvido aquellas prácticas que forman parte de la vida del hombre.
Un claro ejemplo es el cambio que ha sufrido el periodismo en la actual era digital, años atrás la prensa escrita era uno de los medios de comunicación más populares, porque proporcionaba información reciente y de actualidad a todas las personas. Era muy común que la gente buscara la adquisición de las emisiones de periódico de su empresa favorita, y en algunos casos de hasta otras con el interés de comparar la información. Al principio se buscaban los periódicos en puestos de revista o puntos de venta, al surgir un gran auge de información, las compañías empezaron a promover las reparticiones a domicilio, con lo que los suscriptores al levantarse de su cama, encontraban las noticias frescas y sin necesidad de salir a buscarlas.
Estos cambios mejoraron en su momento la emisión y recepción de información para los suscriptores, y como ellos, otros cambios han aparecido y seguirán apareciendo. En la actualidad, existen procesos de comodidad proporcionados por espacios gratuitos como Internet, donde cualquier usuario por el simple hecho de navegar y sin necesidad de pagar, se encuentra en la disponibilidad de informarse mediante diversas fuentes periodísticas de las noticias que ocurren en el mundo. Ahora es tan fácil buscar diarios en la red y con sólo pinchar unos botones encontrar ¿qué es lo que ocurre en nuestro planeta?.
El periodismo se encuentra en un proceso de cambio, donde al dar paso a la prensa digital, se dejan de lado algunas prácticas que se realizaban antiguamente, no por ello se dejan y se olvidan, sino que no se efectúan con tanta audiencia. Las actividades de comunicación en los espacios virtuales para que alcancen sus propósitos de información, deben estar cobijadas por la ética personal de quienes son los responsables de escribir las notas con las que nos mantenemos informados.
Como asegura Casasús “primero es necesario identificar a los periodistas respecto a otros informante, ya que en la era digital la ética es la única razón de ser del periodismo”, esto se da porque hoy en día los periodistas no son sólo los que informan sino que ahora muchas personas quieren hacer lo mismo debido a la apertura de ideas que existen en los espacios digitales, la llamada libertad de expresión. Por lo cual, el autor menciona “lo único que puede identificar a los periodistas con respecto a otros informantes que actúan en la red es el compromiso ético solidario y progresista con la realidad y con la voluntad de obtener la descripción más fiel posible de la verdad por la vía del más amplio consenso de percepciones”.
¿Qué futuro tiene el periodismo en el entorno digital multimedia, cuando cualquier persona puede emitir opiniones e información?, no podemos cerrar los ojos y afirmar que no pasa nada, si está pasando, el periodismo digital necesita credibilidad, requiere diferenciarse de cualquier cantidad de información no validada que anda circulando en la red, los responsables de hacer esto son los periodistas, quienes como profesionales deben mostrar la calidad de sus trabajo, al mismo tiempo que sin necesitar de un Código de Ética profesional o Deontológico, muestren sus capacidades éticas al momento de sentarse frente al ordenador y mostrarle al público el porque de su profesión. Son los responsables de informarnos, por lo cual el compromiso antes que con los usuarios lo tienen con ellos mismos, es un lazo establecido con la autorregulación de sus principios éticos aplicados a su profesión.
Este es no es un reto tecnológico, más bien es ético, porque los usuarios somos personas que pensamos y reflexionamos y tenemos la capacidad de buscar lo que a nuestro punto de vista nos informa con seriedad, veracidad, formalidad y con principios éticos bien cimentados. Para los periodistas, esto significa trabajar con una ética profesional con respecto a la verdad. De ahí que la importancia de que el periodismo digital continúe respetando los principios del periodismo tradicional. Algunos de estos principios son:
1) Asegurar la selección motivada y responsable de los flujos informativos cada vez más densos y abundantes, escribiendo el sello ético a lo que se dice.
2) Asesorar en la interpretación de los conocimientos que circulan por la red, mostrando a los lectores un marco de referencia que los ayude en la interpretación de la información que reciben.
3) Asegurar la veracidad y la acuración de los contenidos informativos digitales, como una de las responsabilidades que conlleva la práctica profesional del periodista.
4) Garantizar un uso correcto de la lengua desde el principio aristotélico de que las palabras son como las medicinas: valen si producen efectos positivos, identificar ¿qué es lo que se escribe?, ¿por qué?, ¿hacia quiénes va dirigido?, ¿es de interés del público?, entre otros cuestionamientos basados en la relación de informar.
5) Desarrollar una nueva cultura del texto basada en una amenidad responsable y en nuevas formas de periodismo literario adaptado a las prestaciones de los nuevos medios de comunicación.
Para cumplir estos principios, los periodistas deben aprovechar lo que hay, es decir, hacer un esfuerzo por mirar desde afuera, porque tal vez no apreciamos bien lo que tenemos, para al darle un valor real a lo que existe buscar diferentes análisis de la verdad, mostrándola al descubierto y dejando que no se convierta en una verdad plana sino que tenga tantos matices y credibilidad como se ha manejado en el periodismo tradicional, ya que todo lo que está en la red no puede considerarse como periodismo como se muestra en la imagen.
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