No es posible negar que en los últimos años las Tecnologías de la Información y la Comunicación han entrado por la puerta principal a la vida de las sociedades modernas, por ello no se puede ocultar su introducción en todos los ámbitos de la vida del ser humano, por ende, en Educación juegan un papel fundamental. Desde su aparición las personas hemos estado muy preocupadas por su inclusión a la escuela, pero creo que sólo técnicamente, ya que se buscan los frutos que se puedan obtener con su uso, pero se descuida el hecho de “cómo se usan”. Utilizar estas tecnologías en la vida escolar no resulta tan sencillo para algunos tecnólogos educativos, la principal preocupación sólo se basa en saber emplearlas como estrategias de enseñanza y aprendizaje, pero ¿Qué pasa con los principios éticos del tecnólogo?, ¿Se siguen respetando en este nuevo mundo escolar-digital?, ¿Somos capaces de promover principios éticos fundamentales en el uso de las TIC con nuestros alumnos y compañeros?...
Por ello, Hong Lin del Instituto para la Enseñanza y Aprendizaje de Excelencia de la Universidad Estatal de Oklahoma, en su artículo “La ética de la tecnología educativa: problemas y estrategias de afrontamiento experimentado por los técnicos profesionales en situaciones de diseño y formación en la educación superior” busca esa relación que existe entre educación y tecnología en situaciones de diseño y formación desde un punto de vista ético, partiendo de las experiencias propias de tecnólogos profesionales. Los resultados obtenidos por Lin muestran que los principales problemas éticos son los derechos de autor, la privacidad y la accesibilidad, esto debido al gran avance de la tecnología educativa en el diseño de cursos en línea y formación en esta era digital. Como medida para hacer frente a los nuevos problemas éticos en el campo de la comunicación educativa y la tecnología, la Asociación de Tecnología de la Comunicación Educativa (AECT) ha establecido un Código de Ética Profesional para sus miembros con los principios rectores integrales y complejos que apuntan a una amplia gama de comportamientos profesionales. Afirma Finn “que la ética, las normas y su aplicación crean una fuerte asociación profesional de sus miembros, donde hay un código definido por el bien de la ética, una serie de normas basadas en la investigación fundamental”.
El instrumento utilizado en la investigación cualitativa de Hong Lin para el proceso de recolección de los datos fue la entrevista:
1. Por favor, dígame algo sobre las actividades de su trabajo en tecnologías de aprendizaje.
¿Cuáles son sus principales responsabilidades actuales asociadas a las tecnologías de aprendizaje? ¿Quiénes son sus clientes? ¿Tiene usted o ha tenido alguna responsabilidad adicional en el trabajo con tecnologías de aprendizaje?
2. ¿Suele trabajar en equipo, de forma independiente o en ambas situaciones?
3. ¿Podría darme un ejemplo concreto de una cuestión ética o un dilema ético que es el más destacado para usted o uno que se encuentra la mayor cantidad en su trabajo?
¿Cuál es la situación? ¿Qué hacer para manejar el problema o dilema? ¿Por qué?
¿Cuál fue el resultado de su acción o falta de ella? ¿Cree usted que el resultado es positivo? Negativo? ¿Por qué? ¿Hubo algún cambio de política o rediseños de trabajo que resultó de este problema o dilema ético? ¿Por qué o por qué no? ¿Cómo se sintió sobre el incidente? ¿Por qué te sientes así?
4. ¿Hay otras cuestiones éticas que ha encontrado en su actividad de trabajo con la aplicación de las tecnologías de aprendizaje?
¿Cuál fue el resultado de su acción o falta de ella? ¿Cree usted que el resultado es positivo? Negativo? ¿Por qué? ¿Hubo algún cambio de política o rediseños de trabajo que resultó de este problema o dilema ético? ¿Por qué o por qué no? ¿Cómo se sintió sobre el incidente? ¿Por qué te sientes así?
4. ¿Hay otras cuestiones éticas que ha encontrado en su actividad de trabajo con la aplicación de las tecnologías de aprendizaje?
5. ¿Puede pensar en alguna situación en la que su trabajo en el aprendizaje de tecnologías en las que usted y un colega no estaba de acuerdo en cómo manejar la situación éticamente?
¿Cuál es la situación? ¿Qué hizo él / ella manejar el tema o el dilema? ¿Cree usted que él / ella lo utiliza correctamente? ¿Por qué o por qué no? ¿Cómo llegó el problema, y ¿cómo lo resuelven?
6. En el contexto de la tecnología de aprendizaje, ¿cómo decidir si una cuestión tiene implicaciones éticas? ¿Por qué?
6. En el contexto de la tecnología de aprendizaje, ¿cómo decidir si una cuestión tiene implicaciones éticas? ¿Por qué?
7. ¿Cómo se decide qué hacer cuando se enfrentan a un problema que tiene implicaciones éticas? ¿En qué se basa al tratar de resolver los problemas éticos?
¿Principalmente en los valores personales, Ley y los reglamentos, Políticas establecidas por la universidad, Normas de ética profesional, O algo más? ¿Por qué?
¿Existen políticas confiables sobre cuestiones éticas que usted sabe de los profesionales que trabajan con el aprendizaje de la tecnología? ¿Podría explicarlo?
¿Existen políticas confiables sobre cuestiones éticas que usted sabe de los profesionales que trabajan con el aprendizaje de la tecnología? ¿Podría explicarlo?
Al hacer un análisis personal sobre las preguntas planteadas en la investigación de Hong Lin, abrí los ojos, no porque los tuviera cerrados, sino porque en ocasiones sólo vemos algunas cosas pero no todo lo que ocurre en realidad. Entiendo que la práctica educativa es una de las más difíciles porque la enseñanza de conocimientos no sólo es eso, sino que lleva de la mano la enseñanza y fomento de valores en los estudiantes. Hacemos nuestro trabajo y pensamos que es muy bueno, sin detenernos a reflexionar ¿Qué es lo que doy a mis alumnos? y ¿Qué es lo que ellos reciben de mí?, además ¿Cómo los alumnos llevan a la práctica tanto lo que aprenden como sus principios éticos? Hablar de tecnología es hablar de “facilidad y practicidad”, desaparecen con ella las complicaciones o las decisiones difíciles de tomar, todo se vuelve más sencillo y menos juzgado por uno mismo, es decir, las cosas ocurren y muchas veces no pasan por nuestros principios éticos primero, sólo pasan.
Comparto la opinión de mi compañero Andrés cuando afirma que “nuestra cultura es una cultura de principios, pero no de finales y los acuerdos suelen ser decisiones con alas”. Por ello al comentar mis respuestas con mi compañera Alejandra, entiendo que no es posible vivir en un mundo color de rosa, que forma parte de nuestra práctica profesional el marcar la pauta con los alumnos, hacer énfasis en que la tecnología proporciona herramientas que bien empleadas producen resultados óptimos pero que su mal uso acarrea una pérdida de cuestiones éticas que forman parte de nosotros mismos y de nuestra sociedad. Resulta importante emplear las fuentes de información pero respetando los derechos de autor, respetar los que dicen otras personas es un valor que hay que fomentar, así como el favorecimiento de la accesibilidad de los medios y herramientas tecnológicas sin discriminaciones o exclusiones, ya que todos somos iguales, llegar al entendimiento de que las personas con capacidades diferentes también tienen el derecho a estar informados e informar si así lo desean y que entre más fácil resulte el uso de las herramientas más fácil resultará el proceso de comunicación e información entre todos. Además de fomentar el respeto por la privacidad de los demás, de igual manera que respetamos la ropa, las creencias, las costumbres, formas de pensar, etc. de otras personas que se desenvuelven y conviven en nuestro entorno, es importante respetar su privacidad en los medios digitales, como dice el dicho popular “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”, hay que empezar por respetar a los demás para ser respetados.
De ahí concluyo que cada día que ejerzo mi práctica como tecnóloga educativa, trato de cumplir primero yo con mis principios éticos, para de esa forma fomentar en mis alumnos los suyos pero ¿Lo estaré haciendo bien?, ¿Será suficiente lo que hago o debo involucrarme aún más?, ¿Qué debo hacer cuando observo que mis compañeros no comparten esa ideología?, las respuestas son bastante difíciles, ya que por más que yo misma lo intento aún así fallo, este es un proceso gradual, se da paso a paso. Como concluye el autor “nuestra investigación y la práctica deben ser sensibles no sólo a lo que somos, sino lo que hacemos y por qué lo hacemos como profesionales” y en opinión de Nel Noddings “El éxito académico sin afecto es moralmente vacío”. Tratar de fomentar esos valores en los compañeros de trabajo no cuesta mucho, también es difícil, pero nuestro compromiso ético con la profesión debe superar las barreras y ser más fuerte cada día, uniendo a más tecnólogos educativos a esta gran carrera que ha empezado pero no sabemos cuando terminará…
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