viernes, 19 de noviembre de 2010

El copyright en la práctica cotidiana. Moral del mínimo esfuerzo.

 
         Internet ahora está en todas partes, la mayoría de nuestras actividades están ligadas a la red, forma parte de la nueva sociedad con ansias de conocimiento y sed de progreso… La educación no se podía escapar de sus garras, en la actualidad también podemos aprender múltiples cosas en línea pero ¿Será que la escuela está por desaparecer? ¿Será el momento de Internet para formar?, a pesar del auge indiscutible de la red, resulta muy difícil aún la idea de que la responsabilidad de la educación y formación queda en manos de Internet.
         Como buenos usuarios de la red, no podemos tapar el sol con un dedo, en ella existen inmensas cantidades de escuelas, academias, instituciones, etc., que promocionan una variedad de cursos académicos muy extensa para todos los gustos. Ahí radica el problema “promocionan”, es decir, se basan en la publicidad para darse a notar, sin la publicidad ¿Qué sería de ellas?, en estos casos la publicidad no es negativa al cien por ciento pero si envía mensajes que tal vez desvían el verdadero propósito de dichas escuelas, instituciones y academias, porque su foco de atención se vuelve convencer al “consumidor” y no al “alumno” a que se interese por su “producto” y no por su “formación”.
         La pregunta está en el aire ¿Empleando la tecnología se obtendrá éxito académico sin ningún esfuerzo?, yo creo que no, independientemente de la publicidad que manejen estas escuelas en línea, hasta ahora ha sido y es necesario un gran esfuerzo del alumno al momento de formarse, en ningún lugar nos regalan la educación, como dice el dicho “nada es gratis”, y no precisamente hablamos de dinero sino que cualquier persona que estudia requiere esfuerzo para lograr su propósito de vida. Es entonces cuando se ve más claramente que aprender de esta forma no está inadecuado para quien así lo decide, lo que no está del todo bien es cómo se les presenta en bandeja de plata la información, incluso que sólo crea falsas esperanzas sobre lo que se ofrece con respecto a la realidad en la que viven.
         Ejemplos de publicidad encontramos en casi todos los sitios, como casos particulares tenemos los siguientes:
Caso 1. Master de idiomas               
Presenta slogans como: La metodología de Master-D Idiomas gira en torno a cuatro elementos básicos que abordan el estudio de la lengua desde todos sus ángulos… Además cuando se dan a conocer con los usuarios dicen que: Master-D es la primera empresa a nivel nacional con un sistema de calidad conforme a las normas ISO 9001 para el diseño de cursos a distancia y el servicio de formación que se da a los alumnos. Actualmente, 65.000 alumnos se están formando con nosotros. Master-D posee más de 54 centros repartidos por toda España, Portugal, Brasil, Grecia y China con un total de más de 1200 trabajadores entre asesores y personal docente y no docente.
¿Cómo comprobar lo que se dice? ¿Dónde está el documento que lo acredita…?

Caso 2. Educacionline


Ellos no emplean las palabras escritas sino que muestran un video donde se explica a los futuros alumnos todo acerca de los tipos de estudio:
Además cuentan con la característica de presentar testimonios de lo que ocurre una vez terminados los estudios
¿Cómo saber que lo que dicen los testimonios es cierto?

Caso 3. Campus docente

Manejan slogans como: Tu formación… donde quieras y como quieras,  ¡Aprueba la oposición! Consigue los puntos que te faltan…, Consigue hasta 4 puntos para tu oposición realizando nuestros cursos…

         ¿Será que lo que anuncian garantiza la calidad de lo que ofrecen? ¿Podemos aprender todo en línea? Entonces ¿Un cirujano puede operar después de la formación on-line? Con el afán de resolver interrogantes como estas el rector de la Universidad Abierta de Hong Kong, John Leong, asegura que “Con Internet la educación es más interactiva, pero también más aislada, siempre será necesario hacer al menos las tutorías cara a cara, a la larga es mejor porque hay alumnos y asignaturas que lo necesitan”, siendo él un cirujano.  Como soporte a lo expresado por el rector, en la reunión de rectores de centros de todo el mundo celebrada en Barcelona sobre la evolución de la enseñanza no presencial en 2009, se obtuvo como conclusión que la universidad virtual pura no existe, como dice el señor Leong.
         Entonces estudiar es al fin estudiar, formarse y prepararse y requiere un gran esfuerzo sea de forma presencial o en línea, no porque se usen las TIC e Internet como medio de aprendizaje las cosas se vuelven sin esfuerzo, todo cuesta trabajo, además la persona que quiere estudiar lo hará asistiendo a una escuela o utilizando los medios o recursos que necesita si su verdadero interés es formarse. Así que un llamado de atención para la agencias formadoras on-line, para que no se dejen arrastrar por la publicidad que manejan, sino que su verdadero esfuerzo sea por la calidad de lo que ofrecen, merecen una oportunidad, pero cuando dejen a un lado al cliente y se enfoquen en el alumno y vean la educación no como negocio sino como un compromiso…

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