Hasta el día de hoy vivimos rodeados de publicidad en todas sus modalidades y presentaciones, pero como sociedad en la mayoría de los casos no cumplimos con nuestro deber, es decir, nos asustamos y hasta nos molestamos por la gran cantidad de publicidad, principalmente visual que nos bombardea todos los días, pero ¿qué hacemos ante eso que forma parte de nuestra cultura?, entramos sólo al círculo del consumismo y dejamos de lado prácticas que nos corresponden realizar como por ejemplo, la importancia de que en el núcleo familiar se haga hincapié no sólo el la influencia negativa que proviene de los medios de comunicación, sino que también se muestre ese lenguaje audiovisual desde una perspectiva objetiva sin dejarnos llevar por prejuicios tal vez no bien consolidados, esto es, enseñar y aprender tanto los efectos positivos como negativos que pueden tener esos anuncios audiovisuales y la publicidad.
No podemos ir siempre con la corriente: los medios de comunicación son “malos” e “Internet” es mejor, en todas partes hay cosas buenas y malas, depende del cristal con el que las miremos y el tratamiento de la información que hagamos en todos los casos. No podemos seguir como corderos el personaje que nos muestran los medios, pero si es posible aprovechar en prácticas educativas aquello que se nos muestra. Resulta fundamental crear una cultura para dejar atrás posibles engaños y manipulaciones. Aprender a utilizar adecuadamente este lenguaje audiovisual y al mismo tiempo digital se vuelve una tarea social y necesaria.
Desde la opinión de Roberto Aparici “los niños y jóvenes pasan tanto o más tiempo con los medios de comunicación que con la escuela, y los medios les dan una representación del mundo. Así como una persona puede ser manipulada porque no sabe leer o escribir, también lo puede ser si no tiene los elementos básicos de la comunicación audiovisual y digital”, donde sugiere que hay que enseñarles ese lenguaje audiovisual en forma de “competencias mecánicas, técnicas, estéticas y artísticas de los medios, esto es, desde hacer clic en la cámara fotográfica hasta cómo manejar la luz y los diferentes planos y cómo se pueden manipular estos para dar uno u otro mensaje, además debe enseñárseles que los medios muestran una realidad representada, construida, que depende de sus intereses económicos y políticos; que son finalmente empresas, que no hay medios neutrales y que como son empresas comerciales recurren a una u otra estrategia, a técnicas de manipulación o persuasión, para lograr más público, también que la audiencia nunca es pasiva, ella puede seleccionar uno u otro mensaje, de igual forma que los políticos saben del impacto de los medios de comunicación y por eso recurren a ellos para difundir sus ideas. Hay que saber todo eso para no dejarse engañar”.
De ahí entonces, el papel tan importante de la escuela, donde en algunos países del mundo se han creado asignaturas, relacionadas con la enseñanza del lenguaje audiovisual, aprendiendo al final de cuentas que quien tiene la información adquiere el conocimiento, esto como premisa fundamental en los procesos que en la escuela se llevan a cabo. Además de la escuela, es responsabilidad del estado establecer organismos que regulen los materiales tanto audiovisuales como de otro tipo que se difunden a través de los medios de comunicación. En España, existen Consejos Audiovisuales en algunas comunidades autónomas que desarrollan una serie de actuaciones relacionadas con:
· Elaboración de informes.
· Recomendaciones relativas a determinados temas: telenovelas, tratamiento de noticias relacionadas con procesos judiciales, etc.
· Imposición de sanciones.
· Creación de la oficina de defensa de la audiencia.
· Normativa.
· Autorregulación.
Un claro ejemplo de ello, es el Consejo Audiovisual de Navarra (CoAN) creado en la comunidad autónoma de Navarra, que es el órgano independiente que trabaja por el respeto de los derechos y libertades de los ciudadanos en las radios y televisiones regionales, regula y apoya el desarrollo de la industria audiovisual de Navarra y vela por el cumplimiento de la normativa audiovisual observando la adecuada relación de la Administración con los medios de comunicación audiovisuales. Éste se encuentra abierto a todos los sectores implicados en la actividad audiovisual: administración, empresas y ciudadanía.
El CoAN es un órgano independiente que se encarga de garantizar y promover el respeto a los valores y principios constitucionales en los medios de comunicación audiovisual de Navarra: radio y televisión. Tiene encomendada la misión de garantizar los derechos de los usuarios de la comunicación social, actuando como órgano mediador entre los intereses de la industria audiovisual y los socioculturales, y velando por el cumplimiento de las normas que regulan la producción, programación y publicidad del sector audiovisual en Navarra. Está integrado por siete miembros, de los cuales cinco son nombrados por el Parlamento y dos por el Gobierno de Navarra. Los consejeros han sido elegidos entre personas que destacan por sus méritos profesionales en el sector audiovisual, cultural, universitario y asociativo, son un reflejo de la pluralidad ideológica presente en la sociedad, donde las decisiones se adoptan de forma colegiada, siguiendo los principios que guían el desarrollo de toda su actividad: independencia, transparencia, colaboración y servicio.
Además de Consejo Audiovisual, se ha creado la Oficina de Defensa de la Audiencia (ODA), un servicio de atención a los ciudadanos que canaliza y tramita sus consultas, quejas y sugerencias acerca de los contenidos de publicidad y programación emitidos por radio y televisión, realizando los siguientes servicios:
· Orienta a los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos y libertades como usuarios de los medios de comunicación, asesorándoles sobre los procedimientos que tienen a su alcance para protegerlos.
· Recibe y tramita las quejas relativas a la programación y publicidad difundidas por los operadores audiovisuales.
· Escucha las sugerencias de los ciudadanos sobre los contenidos audiovisuales, las valora y traslada a los operadores audiovisuales para su conocimiento.
· Responde las consultas de los ciudadanos en materia audiovisual.
Este organismo vive constantemente enfocado en la mediación entre los ciudadanos y los medios de comunicación, tal es el caso que al finalizar el año muestra a la sociedad un informe anual sobre las situaciones ocurridas durante ese tiempo, además de mostrar un interés por la enseñanza y difusión del lenguaje audiovisual, brindando a los ciudadanos capacitaciones como “El CoAN formará a familias navarras para que sus hijos hagan un buen uso de la televisión y las nuevas tecnologías” publicado el 3 de noviembre del año en curso.
Este tipo de Consejos regulan los productos audiovisuales emitidos por los medios pero ¿la ética personal de los publicistas no debería cumplir al mismo tiempo con su ética profesional?, ¿requieren los ejecutores de publicidad de se les regule su quehacer cotidiano mediante estos organismos?, estas y muchas preguntas más surgen cuando al hacer un análisis interno, observamos que resulta más fácil que un organismo regule este tipo de prácticas profesionales antes de establecer principios que autorregulen las mismas. ¿Qué está pasando con los medios?, ¿será acaso que se han salido de control al no saber como manejar bajo sus principios éticos la gran cantidad de información con la que trabajan?, probablemente en algunos casos la respuesta sea si, mientras que en otros sus propios códigos de autorregulación son suficientes.
Para obtener la credibilidad y confianza del público es necesario “predicar con el ejemplo” “no hacer cosas malas que parezcan buenas”, sino hacer cosas buenas que impacten imágenes audiovisuales y realidades “reales” positivamente al público, quien al final de cuentas es el principal consumidor de la publicidad.
Este enlace muestra a detalle las características propias y actividades que lleva a cabo el Consejo Audiovisual de Navarra…
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